03 mayo 2010

Teatro

El sábado 24 fui al Círculo a ver La Flauta Mágica. Me alegra que mucha gente sea entusiasta pero me asusta que para responder a ese entusiasmo, en vez de repetir más las funciones, se pongan sillas en el pasillo. Eso es peligrosísimo. Ya de por sí creo que el ancho de los pasillos es exiguo. Pero agregar sillas sueltas que se caen seguramente en una corrida y la gente se atropella con ellas, es realmente una inconciencia.
La cultura no es solamente la música, también es respetar las reglas de convivencia y cuidar a la gente. Reflexionen señores de la comisión directiva y no repitan más esos errores. Por favor.