03 abril 2007

Se cayó la barranca

Me pasé el año pasado señalando la peligrosidad de no tomar medidas respecto a la barranca, que se estaba desmoronando, y ahora ocurrió un accidente. El agua erosionó y se llevó una casita precaria con sus tres ocupantes.Los artículos, los mails, la participación en el Concejo Asesor de la Comisión de Ecología, no sirvieron de nada. Así como está, se va a seguir cayendo. ¿A cuántos se va a llevar cada vez?
Si la gente no importa, podría pensarse: “cuando se caiga el Parque Sunchales lo vamos a hacer abajo”. Pero resulta que esos bajos van a quedar sumergidos. Estamos perdiendo el suelo.
Grandes sectores de la ciudad están construidos sobre los bloques levantados, aunque se han loteado para vivienda los terrenos bajos, que dejan una hipoteca insaldable (los concejales se rasgan las vestiduras en el momento de las inundaciones pero sus partidos han permitido muchas veces esos loteos, otros de ellos son producto de la dictadura). Aprovechemos la situación de altura sobre el río asegurando la barranca y destinemos los bajos para otros usos.
Como lo dijimos tantas veces la barranca es un borde, es un lugar frágil que en la naturaleza tiende a ser inestable. Pero ya que hemos edificado la ciudad sobre ella, hay que protegerla y consolidarla. No es fácil pero y tampoco es imposible. Hay que empezar por reconocer el problema para encararlo de una vez. ¿Alguna vez hablamos de la necesaria multidisciplinariedad de los equipos de diseño y de los equipos de mantenimiento de la ciudad?