Si me hubiera recibido la segunda vez que le pedí audiencia, le habría contado la preocupación de Amigos del Árbol por la invasión de los espacios públicos, de las playas, de las costas, de los parques. Le hubiera señalado cómo, una vez concesionado un espacio, luego no se recupera nunca, y por el contrario muchas veces el área concesionada se agranda, con permiso o sin permiso. Cómo las construcciones se extienden sin mucha atención al diseño. Cómo los implicados son capaces hasta de plantar cosas que no tienen que ver con el parque que los rodea, de obturar o de trazar caminos, de mutilar o de extraer nuestros árboles, de dejar contenedores de basura en el sector público como si fuera su “parte de atrás”. Cómo el concesionar un predio no hace que el resto del parque esté mejor cuidado ni dotado, si no que manifiesta el contraste: “acá cuidamos y el resto es público…” También le habría señalado el hecho de que la ciudad de Rosario esté toda construida sobre la barranca y cómo resulta fundamental y urgente tomar medidas serias para que no se siga deteriorando. Así como también tomar cartas en el asunto de las modificaciones que reiteradamente se producen en la costa baja, caletas, “defensas” etc, que traen aparejadas otras modificaciones no deseadas.
Por último habría recordado las promesas de recuperar el Parque Independencia que tanto ejecutivo (socialista) como Concejo (multipartidario) nos hicieron en 1996, cuando vencieron las concesiones y que no se cumplieron.
Después de esos dos intentos ya no le pedí más audiencias.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home