30 junio 2008

Política agraria es la que se hace y no la que se dice

Asalta la tala a Salta Por Alejandra Dandan (publicado en Pagina 12, 30.6.08)

La deforestación avanza sobre los montes y arrincona a las comunidades aborígenes. El gobierno de Romero autorizó la tala de casi 200 mil hectáreas poco antes de dejar la gestión. El conflicto estalló ahora con la renuncia de una funcionaria. seguir leyendo...


05 junio 2008

Campo, campo, campo.

Lo que se ha visto, en este conflicto, es que el gobierno no tenía idea de la complejidad del tema, que no tenía un plan para el desarrollo de la agricultura, de la ganadería, de la lechería, de la fruticultura, ni de ningún cultivo regional. Imaginamos que lo mismo será para la minería, la pesca, para los combustibles, los transportes. Y todas estas cosas están interrelacionadas.
No sé quién puede discutir hoy que el estado debe intervenir con políticas de desarrollo, pero si las intervenciones son tan obviamente primitivas, como el tren bala para el transporte o cortar gas a las industrias cuando falta, si los relevamientos necesarios para planificar son los del INDEC, entonces vamos mal porque las intervenciones estatales se desacreditan. Una cosa es una equivocación y otra es el desconocimiento total de los temas. ¿Qué pasa con los técnicos empleados en el Ministerio de Economía, en la Secretaría de Agricultura, son ñoquis, son zombies? No digo como los norteamericanos “pago mis impuestos y tengo derecho a que se trabaje con eficiencia” sino “me despojo de parte de mi libertad para vivir en sociedad, y al hacerlo me convierto en cómplice del hambre, de la marginalidad, de la exclusión”.
Cuando los tiempos no están que arden, como en el 2001, es momento de reflexionar y elaborar políticas a partir de objetivos y metas fijadas, que son las que acabo de expresar (por lo menos eso se dijo en las campañas y se siguió repitiendo). Son los técnicos los que tienen que elaborar los caminos para alcanzar esas metas, y discutir los costos y beneficios con los gobernantes, no sólo con el ejecutivo sino también con el legislativo.
¿Uds. se habían enterado de que este gobierno consideraba que no había que extender el cultivo de soja? ¿Y por qué entonces habrá permitido sembrarla en los caminos nacionales, que junto con las franjas del tren, son de los pocos lugares de la pampa donde se conservan ejemplares de plantas silvestres, una biodiversidad que se va perdiendo rápidamente? ¿Y por qué sería, por conservar los bosques nativos que los jujeños denuncian que se siguen talando? ¿Por preservar algunos ecosistemas prístinos que no se definen como reservas? ¿Por desarrollar o a lo menos no permitir que desaparezcan los cultivos regionales?
Hay mil cosas que tener en cuenta, la situación internacional de bonanza pero también el hambre de adentro y de afuera, los biocombustibles, los transgénicos, los plaguicidas, los fertilizantes (y de paso Dra Cristina: la soja no es un yuyo, sino todo lo contrario un OGM, y Dr. Fernández: tampoco es un cereal). ¿Quién tiene que ponerle el cascabel a las financieras que suben el precio de los granos? ¿En épocas de capitalismo salvaje, será cuestión de pedirles piedad a las trasnacionales o de establecer marcos para su funcionamiento?
Todo eso podemos exigir que se esboce como plan y que se discuta para perfeccionarlo, pero me parece que nos estamos atrasando, que no se está ni comenzando y me pregunto qué estamos esperando.